Una de las fijaciones más extrañas que hayamos visto

Leo en The Anchoress, el blog de Elizabeth Scalia:

Cuando Benedicto XVI renunció a su papado y fue sucedido por el papa Francisco, la prensa y quienes odian a Benedicto parecieron deleitarse más con un hecho en particular que con cualquier otro: ¡Francisco no llevaba zapatos rojos!

Si buscan en Google los zapatos rojos de Benedicto, da la sensación de que se ha escrito más sobre ellos que sobre sus encíclicas, sus libros, sus viajes y los bebés a los que besó. Esos zapatos rojos sacaban de quicio a los laicistas y a algunos católicos, y la elevación de manos en un aleluya de agradecimiento al ver que ya no se usaban fue evidencia de una de las fijaciones más extrañas que hayamos visto por parte de los miembros de la prensa laica o religiosa.

En serio.