«Mahoma tenía un amigo llamado Zeid. Este hombre tenía una esposa muy bella, de la que Mahoma se enamoró. Una vez, estando juntos, Mahoma le dijo: “Ah, por cierto, Dios me ha ordenado que me quede con tu esposa”. El otro contestó: “Eres un apóstol. Haz como te ha dicho Dios, y quédate con mi esposa”» (san Juan Damasceno, La fuente de la sabiduría, libro II, cap. 101).
No comments :
Post a Comment