December 07, 2014

Una curiosidad misteriosa

«Una curiosidad misteriosa fue una yegua torda que amamantó a dos potrillos alazanes del mismo tamaño. En el caballo, los gemelos son rarísimos. En condiciones naturales, no sobreviven los dos; en condiciones tan duras, aún menos. Es decir que no podían ser gemelos. Tampoco es normal que una yegua adopte un potrillo, ya que la yegua normalmente se separa de la manada durante el parto y el vínculo maternal es fuerte y exclusivo. La mejor explicación puede ser que un potrillo es de una hija de la yegua y que los dos nacieron al mismo tiempo y juntos. Había otra yegua parecida y más pequeña cerca, pero no las observamos las suficientes veces como para asegurar lo que había pasado» (Lucy Rees).