March 29, 2014

Terrorismo de la responsabilidad

¿Qué puede aportar el psicoanálisis a la criminología? Lacan reconoce que toda sociedad «manifiesta la relación entre el crimen y la ley a través de castigos». Y partiendo de las nociones de responsabilidad y castigo, se niega a realizar una objetivación del crimen que desresponsabilice al criminal, además de señalar los límites de cualquier intento psicologista o humanista que intente tanto estigmatizar al criminal como reeducarlo, puesto que la pulsión es ingobernable. Y en cualquier caso, el criterio de enfermedad no debe borrar la responsabilidad subjetiva. Para el psicoanálisis, no existe la inimputabilidad; en ese sentido, podemos decir que hay «terrorismo de la responsabilidad». El terrorismo de la responsabilidad, en Lacan, se explica a partir del hecho por el cual un sujeto es siempre responsable de la respuesta que le da al otro. Hay un interjuego permanente entre causa y consentimiento. La causa puede venir del otro, de lo que los padres dijeron o hicieron, pero la responsabilidad surge a partir de la respuesta que el sujeto da a eso que viene del otro. Por eso Lacan ubica al sujeto como la respuesta dada al otro, y allí tenemos un modo de ubicar la dimensión social del psicoanálisis sin caer en el sujeto como víctima. Por el lado del analista, le está vedada la compasión por el sujeto, el analista sostiene una posición impiadosa, no toma al sujeto como una víctima ni se apiada de él, pero desde esta posición impiadosa es que el analista puede humanizarlo. No quitarle responsabilidad al sujeto es un aporte que da cuenta de la ética del psicoanálisis

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Hoy en día, cuando se pide resocialización, cura, prevención, cuando se deja de sancionar el crimen, se deshumaniza al criminal. Los psicoanalistas no tenemos miedo de hablar de castigo, porque este concepto no implica la cámara de torturas. En ese sentido, bien podría decirse que el psicoanálisis no es abolicionista, no está a favor de la eliminación del castigo ni tampoco de la negociación de las penas. Desde el psicoanálisis, la ley de interdicción del incesto, fundamento del lazo social, debe de ir acompañada de un castigo para que se constituya como tal. La amenaza de castración, al amenazar una parte del cuerpo, se convierte en eficaz, y no hace falta que se realice, sino simplemente que el sujeto imagine que, si no cumple con la ley, recibirá un castigo. Existe una extensa clínica que da cuenta de casos de automutilaciones cuando la ley no opera a través del castigo.

Irene Greiser

Mujer preocupada

Mujer preocupada, de León Ferrari, 1961, arcilla, 44 x 13 x 19 cm

Kate Moss

Kate Moss fotografiada por Bruno Mouron a la salida de la Fashion Week de París en 1992

March 04, 2014

La Iglesia y los Montoneros

«Entre otras cosas, Córdoba nos permite comprender de dónde surgieron los Montoneros, uno de los dos grandes grupos guerrilleros de los setenta. Mi conclusión fue que todos los primeros montoneros cordobeses habían sido, primero, militantes católicos. En otras palabras: Montoneros nació en las sacristías y en los colegios, las universidades, las residencias estudiantiles, los campamentos juveniles y las misiones de ayuda social organizadas por la Iglesia. Y eso ocurrió en todo el país» (Ceferino Reato).

El imperio de Dios

«Conforme lo exige la misma economía de la salvación, los fieles aprendan a distinguir con cuidado los derechos y deberes que les conciernen por su pertenencia a la Iglesia y los que les competen en cuanto miembros de la sociedad humana. Esfuércense en conciliarlos entre sí, teniendo presente que en cualquier asunto temporal deben guiarse por la conciencia cristiana, dado que ninguna actividad humana, ni siquiera en el dominio temporal, puede substraerse al imperio de Dios» (Lumen gentium, § 36).

Matrimonio

«El matrimonio existe para unir a un hombre y una mujer como esposos para que luego puedan ser madre y padre de los hijos que esa unión produzca. Se basa en la verdad antropológica de que los hombres y las mujeres son distintos y complementarios. Se basa en el hecho biológico de que la reproducción requiere de un hombre y una mujer. Se basa en la realidad sociológica de que los niños tienen derecho a una madre y un padre» (Ryan T. Anderson).